El estudio de las semejanzas y diferencias entre los sistemas complejos adaptativos implicados en procesos tan diversos como el origen de la vida, la evolución biológica, la dinámica de los ecosistemas, el sistema inmunitario de los mamíferos, el aprendizaje y los procesos mentales de los animales (incluído el hombre) la evolución de las sociedades humanas y el empleo de programas y/o equipos informáticos diseñados para desarrollar estrategias o hacer predicciones basadas en observaciones previas. Tienen en común la existencia de: Un sistema complejo adptativo que adquiere información acerca tanto de su entorno como de la interacción entre el propio sistema y dicho entorno, identificando regularidades, condensándolas en una especie de "esquema" o modelo y actuando en el mundo real sobre la base de dicho esquema . En cada caso hay diversos esquemas en competencia, y los resultados de la acción en el mundo real influyen de modo retroactivo en dicha competencia.
VON NEUMAN inscribió la paradoja de la organización
viviente, en la diferencia entre la máquina viviente (auto-
organizadora) y la máquina artefacto (simplemente organizada).
En efecto, la máquina artefacto (ej: Motor de automóvil) está
constituída por elementos extremadamente fiables; de todos modos
la máquina, en su conjunto es mucho menos fiable que cada uno de
sus elementos tomados aisladamente; pero basta una alteración en
uno de sus constituyentes para que el conjunto, deje de
funcionar, y no pueda repararse más que a través de una
intervención exterior (mecánico).Por el contrario, otro es el
caso de la maquina viviente ( auto-organizada). Sus componentes
son muy poco confiables: son moléculas que se degradan muy
rápidamente, y todos los órganos están, evidentemente
constituidos por esas moléculas, como las células mueren, y se
renuevan, a tal punto que un organismo permanece idéntico a si
mismo aunque todos sus constituyentes se hayan renovado. Hay por
lo tanto, opuestamente al caso de la máquina artificial, gran
confiabilidad del conjunto y débil confiabilidad de los
constituyentes. Esto muestra también que hay un lazo
consustancial entre desorganización y organización compleja,
porque el fenómeno de desorganización "entropía"
prosigue su curso en lo viviente, más rápidamente aún que en
la máquina artificial; pero de manera inseparable, está el
fenómeno de reorganización "negentropía" la
entropía en un sentido, contribuye a la organización que tiende
a arruinar y, el orden auto-organizado no puede complejizarse
más que a partir del "ruido"(VON FOERESTER).
En efecto todo sistema autoorganizador adquiere y/o incrementa su
orden, no solamente a partir del orden anterior, no solamente a
partir de fenómenos aleatorios de desorden, sino también a
partir del hecho de que es en sí mismo un
"seleccionador" de elementos que le resultan útiles
para su propia estructura a partir del desorden - ruido
ambiental- La magnitud de la entropía (S= K LN P) es una medida
del desorden del sistema, de la incapacidad para transformar
energía en trabajo, y puede entenderse como la inversa de la
información porque a más desorden , más incapacidad de un
observador para decir algo (informar) sobre un sistema . La
equivalencia entre la entropía y la inversa de la información
hace del concepto de "entropía "la noción puente
entre el mundo de la física ( mundo de la materia y la energía)
y el mundo de la cibernética (mundo de la información y de la
organización).
- DIOS ES " EL ARTÍFICE DEL
MUNDO" , Y EL HOMBRE "EL DIOS DE LOS ARTEFACTOS"
LOS SERES HUMANOS SOLO PUEDEN CONOCER LO QUE ELLOS MISMOS HAN CREADO "VICO"
Todo artefacto es un producto de la actividad de un ser vivo que
expresa así, y de forma particularmente evidente, una de las
propiedades fundamentales que caracterizan sin excepción a todos
los seres vivos: la de ser objetos dotados de un proyecto que a
la vez representan en sus estructuras y cumplen con sus
performances ( tales por ejemplo, la creación de artefactos);
noción esencial para la definición misma de los seres vivos;
éstos se distinguen de todas las demás estructuras de todos los
sistemas presentes en el universo, por esta propiedad llamada
teleonomía. Máquinas que se construyen a sí mismas: la
estructura de un ser vivo resulta de un proceso que no debe casi
nada a la acción de las fuerzas exteriores, y en cambio lo debe
todo, desde la forma general al menor detalle , a interacciones
"morfogénicas" internas al objeto mismo. Estructura
que atestigua pues un determinismo autónomo, que implica una
libertad casi total respecto a los agentes o condiciones
exteriores, capaces seguramente de transtornar ese desarrollo,
pero no dirigirlo o de imponer al objeto viviente su
organización. Por el carácter autónomo y espontaneo de los
procesos morfogénicos que construyen la estructura microscópica
de los seres vivos, estos se distinguen absolutamente de los
artefactos. Máquinas que se reproducen: el emisor de la
información expresada en la estructura de un ser vivo es siempre
otro objeto idéntico al primero. Dicha información transmitida
es muy rica, ya que describe una organización excesivamente
compleja, pero integralmente conservada de una generación a la
siguiente. Designaremos esta propiedad con el nombre de
reproducción invariante.