La capacidad de abstracción para descubrir patrones y significados es, la verdadera esencia del análisis simbólico, en el cual la realidad debe ser simplificada de modo que pueda ser comprendida de diferentes maneras. Manejando ecuaciones, fórmulas, analogías, modelos, construcciones, categorías y metáforas, a fin de crear las oportunidades para interpretar, y luego reorganizar, el caos de información que ya gira entorno de nosotros. De esta manera, se pueden integrar y asimilar grandes cantidades de información para descubrir nuevas soluciones , problemas y alternativas. En lugar de poner el acento en la transmisión de la información, se promueve el discernimiento y la interpretación aprendiendo a ser críticos curiosos y creativos.
Pensamiento sistémico: para descubrir nuevas oportunidades hay que ser capaz de apreciar el conjunto y comprender los procesos mediante los cuales los componentes de la realidad se relacionan. En el mundo real, los problemas que surgen rara vez se pueden predeterminar, o separar definitivamente. El analista simbólico debe tratar de discernir permanentemente las principales causas, efectos y relaciones.
Experimentación : en lugar de ser conducidos en una dirección predeterminada, los estudiantes están provistos de una serie de elementos que les ayudan a encontrar su rumbo. Se pone el acento sobre los métodos de experimentación: conservando ciertos aspectos de la realidad que son constantes, mientras se varían otros para facilitar la comprensión de las causas y efectos; de esta manera se indagan una serie de posibilidades y resultados, tomando nota de las analogías y diferencias relevantes. Enseñando a reconocer que el aprendizaje permanente es una responsibilidad propia.
Colaboración ,comunicación y consenso: se trabaja en equipo compartiendo problemas y soluciones, como un juego que parece indeterminado, pero ésta es a menudo una manera de detectar los problemas y las soluciones que no se pueden conocer por anticipado; parte del tiempo se pasa comunicando ideas y dialogando tratando de lograr un consenso para seguir adelante con el proyecto. Los alumnos pueden de este modo expresarse con claridad, y luego se explican mutuamente como han identificado los problemas y encontrado las respuestas. Aprendiendo a alentar y aceptar las críticas de sus compañeros, a pedir ayuda, a reconocer los méritos de los demás. Además aprenden a negociar, es decir, plantear sus propias necesidades, para discernir cuales son las de los otros; a ver las cosas desde la perspectiva de los otros, y a encontrar respuestas de beneficio mutuo; siendo dichas actitudes adecuadas para la trayectoria laboral futura de un equipo simbólico analítico.