Aunque, como luego se ver , la utilización de nuevas fuentes
de energía no es, ambientalmente, absolutamente inocua, es
evidente que su comparación con los recursos energéticos
tradicionales hace el balance notoriamente positivo a su favor.
Las energías solar, eólica, geotérmica, mareomotriz, etc., se
consideran justamente energías limpias a la par que renovables y
su empleo evita además la utilización de otros recursos
energéticos potencialmente contaminantes.
Quizá el prototipo de estas energías es la de origen solar,
cuya adaptación a las necesidades de producción de calor tanto
para fines domésticos como industriales constituye una
alternativa altamente rentable desde la perspectiva de la
conservación del medio, aunque de momento no sea en todas sus
posibilidades económicamente atractiva.
Nuestro sistema de aprovisionamiento energético habitual se
apoya básicamente en fuentes que generan energía de alta
calidad, caso de los combustibles fósiles, y que a la vez
provienen frecuentemente de centros donde se concentra la
producción y posteriormente el transporte, supuesto de las
centrales eléctricas; las denominadas nuevas energías, por el
contrario, se presentan dispersamente y contienen una baja
calidad de potencial, en lo que radican precisamente los
beneficios ambientales de su utilización .
Dentro de la rúbrica de las nuevas energías se incluyen
habitualmente las obtenibles a través de la utilización
energética de la biomasa; en definitiva, a la postre, energía
solar asimilada primariamente por las plantas. Estas
posibilidades energéticas, utilizadas directamente, caso de la
leña tradicional o mediante su transformación en combustibles
líquidos o sólidos, ofrecen no desdeñables beneficios . La
potenciación de las masas arbóreas, el aprovechamiento de zonas
áridas y semiáridas para cultivos energéticos, y otras
alternativas similares, aunque no exentas de riesgos, claramente
aparecen beneficiosas para la conservación de la naturaleza.
Debe destacarse en este contexto el aprovechamiento energético,
a través de digestores, de residuos orgánicos eliminando a la
par fuentes contaminadoras muy importantes, caso de las
explotaciones ganaderas industriales, recordemos el caso reciente
de Ondárroa, o limitando riesgos de incendios forestales al
aprovecharse los subproductos de la limpieza de los bosques .
Dos nuevas fuentes de energía que siguen en progreso,son:
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