TENDENCIAS MEDIOAMBIENTALES Y TEMAS DE ÁMBITO MUNDIAL

En resumen, hasta hace muy poco, los temas de ámbito mundial estaban limitados a unos pocos fenómenos globales que incumbían al comercio internacional, y a la salud de los seres humanos y de sus animales domésticos y plantas. A excepción de la sanidad, las consideraciones económicas eran los motores principales de la cooperación mundial transnacional e internacional. La internacionalización de los temas económicos continúa y se expande, pero se está viendo sorprendida por un conocimiento de problemas ecológicos de dimensiones a nivel planetario, que se extienden más allá de la sanidad y de la economía, a consideraciones de recursos naturales, de calidad de vida, de ética, de estética y de perspectivas para la supervivencia de la especie humana y de la biosfera. Aunque estos temas, y otros que deben ser tenidos en cuenta, se interrelacionan de muchas maneras, complejas, a menudo no muy aparentes y sólo algunas veces comprendidas.
Por el momento, ninguna ciencia analiza o describe estas interrelaciones aunque los creadores de modelos de la dinámica de sistemas han empezado a encargarse de esta tarea. Jay Forrester, en su modelo de Dinámica Mundial (1971), abrió un camino hacia la elaboración de modelos y la simulación globales que otros han seguido y ampliado (Meadows, 1972; Barney, 1980; OTA, 1982; Bremer, 1987; Toth, Hizsnyik & Clark, 1989). El desarrollo de potentes ordenadores y el ensamblaje de grandes cantidades de datos computarizables permite hoy en día a los científicos emprender mediciones, correlaciones y proyecciones a una escala inalcanzable hace una generación. Aquí podemos ver cómo la ciencia basada en la tecnología cambia nuestra percepción de las cosas. El ordenador permitió la coordinación de los complejos cálculos necesarios para llevar al hombre a la luna. A través de la luna-espacio, la gente pudo ver en todas partes la Tierra entera en órbita una impresión visual y emocional . El ordenador también permite que los científicos analicen datos complejos relativos a la dinámica de esa Tierra para que podamos empezar a entender cómo funciona el mundo un proceso cerebral o conceptual.

Las primeras respuestas de la gente y de los gobiernos a los peligros sobre el medio ambiente internacionales (riesgo para la salud de animales y plantas) eran en gran parte temas concretos. No traducían fácilmente a una perspectiva política a nivel planetario; tampoco lo hacían explícitamente los descubrimientos iniciales de los científicos. La ciencia era especializada y reductora; ninguna ciencia sola ofrecía una perspectiva sobre las realidades a nivel planetario. Pero cuanto más aprendíamos sobre el funcionamiento de los sistemas naturales, sobre las interrelaciones entre los océanos y la atmósfera, entre las plantas, el suelo y el agua y las complejas interrelaciones entre los organismos, la idea de una unidad en el asunto de la ciencia empezó a ser más que una intuición. La importancia de esa unidad yace más allá de la certeza, pero su expresión en la naturaleza era una realidad demostrada por la evidencia empírica.

Durante el último cuarto de siglo un número creciente de grandes y serias tendencias de importancia a nivel mundial se han convertido con relativa rapidez en temas de amplia preocupación internacional. Tres de esas tendencias son tan transnacionales y multinacionales en cuanto a su carácter y efecto que la acción internacional ya se ha producido sobre ellas o parece seguro que se va a producir en un futuro próximo. Resumiendo son las siguientes: 1) la tendencia al calentamiento global por el efecto invernadero del CO2, 2) la desintegración de la capa estratosférica protectora de ozono, y 3) la precipitación ácida.

Todavía hay otras tendencias nocivas, de las cuales, cinco serán pronto analizadas, que, aunque son realidades de ámbito planetario, aún no han sido objeto de una acción transnacional eficaz. Esto se puede explicar con dos consideraciones: en primer lugar, el nacionalismo y el concepto de soberanía nacional, sin tener en cuenta sus limitaciones, conserva un control tenaz sobre los gobiernos; y, en segundo lugar el mundo no tiene una estrategia institucional para clasificar los riesgos relativos y las prioridades y poner en práctica políticas en principio aprobadas.

El que el concepto legal de soberanía nacional absoluta sea una ficción política no impide que obstaculice la acción internacional y transnacional, incluso allí donde el concepto no es relevante ni realista (Kloppenburg, 1988). Al enfrentarse con los problemas medioambientales de importancia mundial. La elección institucional no es únicamente entre la soberanía nacional absoluta o el gobierno nacional. ninguno de los cuales es factible en el mundo actual. Se necesita un concepto alternativo de autonomía nacional r de responsabilidad colectiva, lo que proporcionaría una mejor definición de los derechos y obligaciones de las naciones y sería realizable en un mundo en el que los gobiernos nacionales fueran los principales determinantes de la acción pública.

Las realidades políticas influyen en el modo en que los problemas relacionados con el medio ambiente se definen como temas públicos. Los criterios para la definición difieren como entre los científicos y los políticos. Para que un político actúe sobre determinados temas, éstos deben ser declarados propuestas sobre las que se puede decidir: deben ser sensibles a la elección política—a respuestas tipo sí o no a líneas de acción concretas y deben tener un área identificable. El funcionario público puede hacer muy poco en cuanto a los ciclos biogeoquímicos, pero si se le da suficiente apoyo popular podría determinar una política para disminuir la lluvia ácida. Para los científicos, comprender las interrelaciones fundamentales causa-efecto que explican cómo funciona la biosfera permite la información necesaria para las elecciones que la gente debe hacer para salvaguardar su futuro medioambiental. Pero las propuestas científicas pueden no traducirse fácilmente en políticas distintas y es posible que no tengan en cuenta los impedimentos sociales no científicos y las prioridades.

Así que no hay sólo una interpretación de los temas sobre el medio ambiente a tener en cuenta. La clasificación de los temas depende sustancialmente del propósito para el que uno trate de entenderla. La investigación científica puede requerir una clasificación de los temas distinta de la que aquí se tiene en cuenta (El Hinnawi y Hashmi, 1982). Además, nuestra preocupación responde a las percepciones del peligro medioambiental que puede conducir a iniciativas políticas más que a la variedad de acciones sensibles realizadas a través de la política, la ley, la tecnología y el comportamiento. Nos centramos en el reconocimiento público de los problemas del medio ambiente de ámbito planetario que se cree que pueden ser resueltos a través de procesos puestos en marcha por una acción política. Cómo se hace la elección política es importante. pero no es tema de inmediata consideración aquí.

Seis grandes temas abarcan las principales amenazas antropogénicas a la integridad y a la renovación de la biosfera. Las leyes, los tratados y la tecnología serán insuficientes para detener sus efectos destructores será necesario mucho más, por lo menos nuevos comportamientos humanos con relación a la vida humana sobre la Tierra .
Las siguientes tendencias generales conducen a problemas medioambientales que son básicos para las elecciones para el futuro del hombre y de la biosfera.

1. Pérdida de la capa superficial del suelo por erosión y deterioro cualitativos.

2. Disminución y degradación del agua dulce.

3. Contaminación de la biosfera: del aire, del agua, del suelo y de los seres vivientes.

4. Destrucción de la vegetación de la tierra por:

a)Deforestación, especialmente de las selvas ecuatoriales.
b) desertización, especialmente de los pastizales en las regiones semi-áridas.

5. Destrucción de los hábitats naturales causada por todos los agentes anteriormente mencionados y, además, por la construcción de presas y por la canalización de ríos, por la acción de llenar o de desecar lagos, estuarios y marismas y por la expansión de las urbanizaciones y de la agricultura.

6. Pérdida de variedad v diversidad biológica. extinción de especies.


Volver a la CARTA DE PRESENTACION