EL PETROLEO.

El petróleo constituye por el momento el soporte energético básico de nuestra civilización industrial. Precisamente el encarecimiento reciente de este recurso ha supuesto, como es sobradamente conocido, uno de los factores más importantes de los cambios económicos, y probablemente culturales también, que se han iniciado en la década de los setenta.

La política de oferta del petróleo, al ser éste un recurso escaso y costoso, tiene un carácter bien distinto de la que afecta a otras fuentes energéticas. Para la mayoría de las naciones no se trata de incrementar las disponibilidades del petróleo ampliando sus importaciones, como puede ser el caso del carbón o del gas natural, sino, por el contrario, de limitar su consumo primando, por tanto, la acción reductora sobre la demanda. Desde la perspectiva de la oferta ahora abordada, las medidas a adoptar se reducen a la potenciación de las exploraciones de yacimientos nacionales y a la mejor transformación y distribución de los recursos propios o adquiridos.
No obstante, parece conveniente, antes de abordar el análisis de las acciones administrativas dirigidas a estas finalidades, disponer esta problem tica en el marco de la situación energética mundial y en el contexto de los balances energéticos.


Volver a la CARTA DE PRESENTACION