Quienes apoyan la construcción de represas destacan su importancia energética y, sobre tov do, económica. Es el caso de Teodorico Krieger, ex-Ministro de Economía de Misiones, que calculó que las regalías a percibir por esa provincia por todas las obras hidráulicas, multiplicadas por 30 años, superarían los 3.000 millones de dólares. Ante ésto, Héctor Horacio Dalmau, autor de El país de los ríos muertos, advierte: "No nos dejemos encandilar con espejitos de colores". En su ecuación, lo que percibiría Misiones por regalías debería invertir lo, durante el mismo período, en salud, porque "¿qué pasará con el turismo? ¿Vendrá sabiendo que hay mosquitos, caracoles, vinchucas y demás transmisores de enfermedades tropicales?", concluye Dalmau.
A pesar de que mucho se habló última mente de la importancia de los estudios de impacto ambiental, la experiencia demuestra que en el país se realizaron tardíamente, o sea después de tomarse la decisión política de realizar las obras. Un mal ejemplo que todavía puede darnos amargas sorpresas es Yacyretá. Entre los que ya son historia, Chébez rescata dos super obras: una nacional, El Chocón-Cerros Colorados y otra binacional, Salto Grande. "Ninguna deja un saldo satisfactorio, dice. En Salto Grande el tema ambiental cobró mayor importancia. Se hicieron estudios y reuniones construyó una escala para peces y se prometió un operatwo de reseate de fauna y una reseva que nunca se hicieron, a pesar de las partidas presupuestarias destinadas a tal efecto".
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