Las fases finales del ciclo del combustible nuclear comprenden la retirada del material utilizado, su tratamiento para recuperar materiales útiles y el traslado de los desechos nucleares resultantes para su almacenamiento definitivo según las condiciones de radiactividad.
La adecuada respuesta a estas etapas constituye seguramente la mayor área problemática de la utilización de las centrales nucleares , con especial énfasis en lo relacionado con la disponibilidad de tecnologías costosas para el reprocesamiento, la precaución en no facilitar elementos hábiles para la fabricación de armas nucleares y la garantía en condiciones de seguridad para las sucesivas generaciones en cuanto al almacenamiento definitivo de los residuos, sobre todo los de alta radiactividad obtenidos a partir del reprocesamiento.
Sólo Francia tiene en estos momentos capacidad industrial para cerrar comercialmente el ciclo, "el Reino Unido, la República Federal Alemana, Japón, Estados Unidos y otros países industrialmente avanzados no han sido capaces de adoptar hasta el momento posiciones firmes en torno a los problemas de almacenamiento a largo plazo del combustible irradiado y de la eliminación de residuos radiactivos" . Estados Unidos, que por razones políticas y de seguridad había suspendido las actividades comerciales de reprocesamiento, parece las va a reemprender de acuerdo con las instrucciones cursadas por el actual Presidente a la Administración americana.
Estos interrogantes afectan o deberían afectar no sólo globalmente a la aceptación o no de la energía nuclear, sino también a específicas decisiones sobre la autorización de nuevas centrales que en muchos países se subordinan ya a la realización de propuestas satisfactorias sobre la solución adoptada para los futuros residuos .
En España, aunque se disponen de algunas instalaciones técnicamente adecuadas y las propias centrales cuentan con almacenamientos para ciertos espacios de tiempo, esta problemática está obviamente sin resolver, apuntando el PEN como solución transitoria hacia el almacenamiento de los combustibles irradiados en instalaciones centralizadas consistentes en piscinas especiales donde pueden mantenerse los residuos hasta que se encuentra con capacidad de tratamiento adecuado. En cuanto al almacenamiento definitivo, no hay ni siquiera pautas indicativas.
La dependencia del exterior es sustancial, pues en estos momentos, si bien teóricamente incumbe a ENUSA "el tratamiento de los combustibles irradiados, así como el aprovechamiento de los productos obtenidos" , y a la Junta de Energía Nuclear, el almacenamiento definitivo de los residuos.
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