El regreso de la Escuela Técnica

Extracto de la nota publicada en el suplemento Educación del diario Clarín, el día miércoles 20 de junio de 2012.

… Setenta años después, la educación técnica apunta a mucha más que desarrollar destrezas y habilidades manuales en sus alumnos. Los docentes consultados coinciden en que lo que define a un egresado de la escuela técnica no es su capacidad manual ni su familiaridad con determinado equipamiento, sino su “cabeza”. “Lo fundamental es que el chico adquiera un pensamiento científico, que tenga una buena base de ciencias básicas. Hay que ir a la práctica pero no quedarse solo en eso, porque las tecnologías va n a cambiar. La escuela no puede ser rígida: tiene que formar un el método científico, para que los chicos puedan adaptarse a las nuevas tecnologías y los nuevos conocimientos que vengan”, reflexiona Alberto De Luca, director de la Escuela Philips, de Colegiales, orientada a Electromecánica y Electrónica.

La trayectoria de la Philips refleja los nuevos retos que encara la educación técnica en el presente.

Fundada en 1951, en sus comienzos la escuela se orientaba a formar mano de obra para insertarla en el proceso de sustitución de importaciones que atravesaba el país. Hoy apuestan por la innovación y por un aprendizaje basado en tres pilares: abstracción, pensamiento sistémico y  experimentación. Sus alumnos se reciben fabricando robots y programando microcontroladores y PLC (controladores lógicos programables), dispositivos electrónicos que se utilizan en procesos industriales.

“Vamos hacían un mundo en el que aumenta la cantidad de usuarios de tecnología, pero no la cantidad de gente que comprende y controla el funcionamiento de esa tecnología. Esa es nuestra tarea”, afirma Juan José Torregiani, representante legal de la escuela y docente.

Testimonio del Director de la Escuela Philips

  • Los países desarrollados se preocupan por la innovación. Esos procesos tienen que ver con la educación técnica: nuestro desafío es formar a los estudiantes en el pensamiento científico, para que puedan adaptarse a las nuevas tecnologías y los nuevos conocimientos que vengan a futuro.
  • Más que “técnica”, somos una escuela científica y tecnológica; nos importa que el alumno tenga una buena base de ciencias básicas (matemática, física, química.) Un técnico con buena base científica llega mejor preparado a la especialidad, puede aplicar distintas técnicas e innovar.
  • Hoy cuesta que los alumnos quieran aprender un método sistemático de trabajo, porque se ha divulgado que eso “mata la creatividad”. Pero estudiar no es sólo disfrutar.